A punto de finalizar este año 2024, aprovecho la oportunidad que me ofrece el Ayuntamiento de Boisseuil para dirigirme a nuestros amigos y amigas de nuestro pueblo hermano. Una excelente oportunidad para recordar todo lo que hemos vivido en este año que va a finalizar. Un año donde hemos podido compartir experiencias inolvidables y, también, hemos llorado la ausencia de uno de los artífices de este hermanamiento. Me refiero al fallecimiento de Emilio Ginés. Me permitiréis que comience este artículo con un recuerdo hacia él.

Emilio lo fue todo en este hermanamiento. Cuando en 1993 él ocupaba la alcaldía de Soneja tuvo esta idea brillante de hermanarse con una ciudad, a mil kilómetros de distancia, con una cultura y una lengua diferentes, con una forma de vivir distinta a la nuestra, pero con un elemento común que nos unía, la voluntad de construir una Europa de las personas, de entender que no somos únicos, que podemos aprender de los otros, compartir lo nuestro y, principalmente, construir juntos una Europa plural, diversa, llena de colores y matices. Emilio nos dejó ese legado inmenso, una herramienta para la construcción europea que basa su fortaleza en las personas y las pequeñas ciudades. Durante todos estos años impulsó este proyecto y no dejó de participar en él, incluso cuando dejó sus responsabilidades públicas. Entonces vivió el hermanamiento de otra forma, participando como un vecino más, con la Rondalla, donde tocaba la guitarra y era uno de los pilares de esa asociación tan arraigada en Soneja. Siempre con su eterna sonrisa detrás de su característico bigote, Emilio fue, es y será la fuerza que nos anima a seguir en este hermanamiento. Le echaremos mucho de menos, pero su recuerdo debe ser la guía que nos permita seguir con nuestro hermanamiento.

Un hermanamiento ya veterano, porque 31 años juntos nos han permitido establecer lazos de amistad profundos entre nuestras instituciones, pero también entre las personas que participan de esta experiencia. Tuvimos ocasión de visitar Boisseuil, gracias a la amable invitación del Ayuntamiento y del Comité de Hermanamiento de Boisseuil y, como siempre, disfrutamos de vuestra hospitalidad. Sois unos magníficos anfitriones que habéis demostrado, a lo largo de todos estos años, vuestra sensibilidad y voluntad de profundizar en nuestra relación. Desde aquí quiero mostrar públicamente mi agradecimiento personal y el de todo el pueblo de Soneja por vuestras constantes muestras de amistad. 

Pero, además, este año vivimos una experiencia nueva con la visita de una delegación del Ayuntamiento de Boisseuil, encabezada por Philippe, vuestro alcalde, para participar en nuestras fiestas de septiembre. Una visita que nos permitió mostrar cómo son nuestra fiestas, el momento en que Soneja se viste de gala y participa en unos actos que intentan acercarnos a nuestras tradiciones. Un fin de semana en el que compartimos actos institucionales, homenajes a nuestras personas mayores, una explosión de ingenio y de ganas de divertirse con nuestra centenaria Cabalgata, y otros actos donde pudisteis apreciar nuestra gastronomía. Fue un fin de semana intenso pero lleno de gratos recuerdos y, también, de animadas conversaciones en las que pudimos expresar nuestras formas de entender qué es un hermanamiento entre poblaciones tan separadas en la distancia, pero tan unidas en nuestros objetivos.

En aquellas conversaciones quedó clara la voluntad unánime de profundizar y, principalmente, de dinamizar nuestra unión. Y, debo decir que me sentí reconfortado de coincidir en muchas de las opiniones que se expresaron. Tenemos una herramienta muy poderosa y útil para unir a los pueblos, sobre todo en momentos donde vemos con preocupación el resurgir de movimientos que pugnan por la división. Por eso es fundamental reforzar los lazos de unión, profundizar en el conocimiento mutuo y hacer de nuestro hermanamiento un ejemplo de esa unidad que, hoy más que nunca, Europa necesita. Ya quedan pocos meses para que el próximo mes de mayo participemos juntos en una nueva edición de nuestro hermanamiento con vuestra visita a Soneja. El Comité de Hermanamiento de Soneja ya está preparando una programación repleta de actividades para que paséis una estancia agradable con nosotros. 

Pero el hermanamiento es mucho más que nuestras periódicas visitas. Afortunadamente tenemos un contacto es permanente. Lo pude apreciar el pasado mes de octubre, cuando unas terribles inundaciones provocaron daños irreparables en muchas poblaciones de Valencia cercanas a Soneja. Nuestro pueblo no se vio afectado por las inundaciones, pero el dolor por la pérdida de vidas humanas y las consecuencias materiales de esta catástrofe son inmensos. Quiero agradecer las llamadas de teléfono de Philippe, de Gino, de Isabelle y de todas las personas de Boisseuil que se interesaron por nuestra situación y mostraron su solidaridad en un momento tan trágico para nosotros. Esto refuerza nuestra amistad y nos acerca todavía mucho más.

Ahora, a punto de comenzar un nuevo año, mis deseos son volvernos a encontrar muy pronto, en primavera. Volvernos a abrazar y compartir momentos juntos. Trabajar, de forma más intensa si cabe, en explorar nuevos caminos por los que transite nuestro hermanamiento, con un único objetivo, hacerlo crecer y que cada vez sea más fuerte, que muchas más personas se animen a vivir esta experiencia que, sin duda, nos enriquece y contribuye a hacer realidad aquel sueño de los padres fundadores de la Unión Europea: una Europa unida en su diversidad. 

Desde Soneja os deseamos unas felices fiestas, un año 2025 lleno de paz, progreso y prosperidad, y que sepáis que estamos ansiosos de que llegue la próxima primavera para recibiros nuevamente como os merecéis.

Un enorme abrazo desde este rincón del Mediterráneo.